Si decides abrir una panadería ecológica en tu barrio, con todas los supermercados que hay vendiendo barras de pan a 0,50 céntimos o menos, lo tendrías difícil, ¿verdad?
La mayoría de la gente no vería tu valor, el “porqué”, no entenderían porque gastar más dinero en un pan más caro por muy saludable que sea.
Aunque le expliques que es ecológico, que es mejor para la salud, les va a dar igual. Incluso te pueden dar la razón en el momento, porque quizás tengas toda la razón, pero van a seguir haciendo lo que ellos crean.
¿Qué hacemos ante esto? Puedes leer el artículo sobre tipos de clientes aquí.
Haciendo marketing de contenidos harás dos cosas en una. Mientras trabajas tu valor explicando tus conocimientos, a la vez estás convenciendo personas interesadas, de forma gradual en un tiempo determinado. Eso quiere decir que no tendrás que gastar tiempo ni energía persiguiendo clientes para convencerlos. Ahorras tiempo, esfuerzo, energía y otros recursos. Por lo que esta fase te la saltas y los interesados te llegarán directos, con la decisión de compra tomada.
Lo primero es enfocarse y dirigirse a personas que ya saben que tienen un problema o motivo por el cual necesita tu tipo de pan y no el otro. (No pierdas toda tu energía persiguiendo clientes que no te comprarán nunca, o están muy cerrados de mente). Los motivos de tu cliente potencial pueden ser varios:
- Le gusta comer saludable y cuidarse, como un hobby por el cual vale la pena gastar un poco más. Puede ser por salud o por aspecto físico.
- Hace años que tiene un problema de salud, intolerancia o sensibilidades alimenticias.
- Quiere alimentar de forma saludable a sus hijos o familia para que tengan una mejor salud.
- No tiene ningún problema de salud, pero quiere preservar su salud para envejecer saludablemente.
- O simplemente, por ir a la moda, exclusividad y ser más guay.
Una vez sabemos los motivos o emociones que le llevan a nuestro cliente potencial a elegirnos, ya podemos vender mucho mejor porque sabes a donde y a quien tienes que dirigirte. Tiramos del hilo, edad, intereses, aficiones, etc.
Para captar y concienciar a gente que ya sabe de los beneficios, pero aún no se ha convencido suficiente y necesita una ayudita:
Muestrale por qué eres la mejor opción sin usar la palabra mejor. ¿Cómo? Muéstrale, enséñale cómo funcionas, como le puedes ayudar, incluso puedes enseñarle a usar lo que ofreces, inspírale, motivale. Ayúdale a imaginar lo increíble que sería su vida comparado con la situación de ahora. Enséñale todo aquello que creas que tu cliente puede desear saber, incluso hasta lo que no te sabe pedir.
No solo textos, se muy visual. Los visuales ayudan a digerir los conceptos de una forma muchos más sencilla y además crearás una experiencia amena y deviertida, que por supuesto enganchará, venderá y fidelizará.
Gracias por leernos.
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